PROYECTO "VOUCHER INTERACTIVO PATAGÓNICO"
DL94
Como propuesta para corregir los "vicios de la intermediación", en 1997 presenté esta propuesta como expositor invitado, en el Seminario Internacional de Turismo Receptivo de El Calafate.
Esta iniciativa proponía utilizar los avances tecnológicos en materia de informática y comunicaciones a fin de reemplazar el tradicional voucher de papel por una tarjeta inteligente, o voucher electrónico en el cual están contenidos todos los servicios que un pasajero contrata.
Esta voucher inteligente lo proveería y operaría una UNIDAD ADMINISTRADORA sustentada por los bancos patagónicos como red bancaria soporte, más una red operativa de bancos corresponsales en el país y en el exterior.
El dinero de los pasajeros ingresaría a esta UNIDAD ADMINISTRADORA, la cual debía liquidar los importes correspondientes a cada efector:
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Agencia minorista
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Operador mayorista
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Líneas aéreas
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Hotelería
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Receptivos
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Restaurantes
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Servicios varios
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Muy probablemente el "receptivo local" consolidaría la recepción y pagos a servicios locales
Capacidad del voucher inteligente:
La principal ventaja de esta tarjeta VIP es que además de contar con la información exacta e inviolable de los servicios abonados por el cliente, debía realizar automáticamente la operación débito-crédito.
Cuando el prestador de servicios o su consolidador (agente receptivo) baja la información en su lectora, la UNIDAD ADMINISTRADORA debita el pago del servicios del monto previamente depositado en el sistema y lo acredita automáticamente en la cuenta del prestador de servicios o su consolidador, respetando las condiciones de pago pactadas.
Funcionamiento:
Es importante tener en cuenta que esta tarjeta VIP no debería perjudicar al operador mayorista o minorista en su función dentro de la comercialización turística, sino que pretendía hacer absolutamente transparente y confiable su genuina participación profesional en la calidad de servicios que ofrece.
Con este mecanismo los montos desembolsados por los turistas pasaban a ser resguardados y garantizados por el sistema a través de la UNIDAD ADMINISTRADORA, hasta que los servicios son tomados.
Aquí radica precisamente la mayor modificación que propone este sistema en las reglas de juego, brindándole al cliente y a los prestadores de servicios las máximas garantías disponibles hoy en materia bancaria.
Fondo solidario para marketing, promoción y comercialización:
La UNIDAD ADMINISTRADORA retendría un ínfimo porcentaje a cada uno de los beneficiarios del sistema turístico patagónico (hoteles-receptivos-restaurantes-servicios), activos que pasarían a conformar un fondo solidario destinado a financiar acciones de promoción y apoyo a la comercialización, regidos por un afinado estudio de demanda.
Este fondo solidario pasaría a blanquear en forma ordenada, equitativa y transparente las acciones que han sido objeto de análisis de este informe y que se conceptuaron como “vicios de la intermediación”.
De tal forma, los operadores mayoristas que se involucraran en el sistema, tendrían acceso a fuentes genuinas de financiación para abordar sus planes comerciales, sin poner en riesgo las partidas correspondientes a sus proveedores y gozando de tasas y condiciones preferenciales.
Dado que, cuanto más dinero fluya por el sistema mejores dividendos devengará, el mayor interesado y el máximo aliado del operador mayorista para incrementar el tráfico turístico sería sin dudas el propio sistema, quién se preocupará por apuntalar en todo lo posible las fases de estudio de la demanda, promoción y comercialización.
Costo del sistema:
El costo de este sistema para los involucrados sería similar al término medio de las tarjetas de crédito, con el valor cuanti y cualitativo que cada empresario le asignará al hecho cobrar en tiempo y forma y olvidarse de los padecimientos por diferimientos de pagos o deudas incobrables.
Funcionamiento para el pasajero del Voucher Interactivo Patagónico:
Los pasajeros debían solicitar los servicios deseados normalmente a su agente de viajes y este a su proveedor.
En vez de recibir un voucher de papel, los clientes recibirán la Tarjeta VIP en la cual figurarán los servicios requeridos CON LA GARANTÍA QUE SU DINERO ESTA EFECTIVAMENTE DISPONIBLE PARA LOS SERVICIOS CONTRATADOS.
Previamente el mayorista a su vez ha enviado los datos a la unidad administradora para que cargue la información correspondiente en el voucher inteligente, quedando disponible cuando se efectuó el pago correspondiente.
Igual que un voucher convencional, el pago de la Tarjeta VIP podría efectuarse mediante otras tarjetas de crédito: AMEX, VISA, MASTER, etc. que respalden la operación; con efectivo o mediante otro instrumento de pago aceptado por los bancos soportes.
Los importes erogados por el cliente no ingresan a la cuenta corriente del intermediario (TTOO o AV) sino que lo hacen a la unidad administradora de la tarjeta VIP, la cual liquidará automáticamente los distintos prestadores de servicios (entre los que se incluye la comisión del intermediario).
Al ser aceptada la operación por el prestador de servicios (Hotel, transporte, restaurant, etc.) la tarjeta realiza automáticamente la operación de débito a la unidad administradora y acreditación al prestador de servicios, observando los términos pactados.
El sistema garantiza absoluta confidencialidad y precisión en la liquidación de pagos, que se manejan con códigos secretos e inviolables. El grado de viabilidad depende de la importancia que le den los prestadores de servicios a un sistema que garantice cobrar en tiempo y forma así como del interés de los bancos en administrar una importante masa de dinero, que hoy está fuera de su sistema.
Desenlace: En el año 94 el soporte tecnológico era muy endeble todavía para articular el sistema. Y por otra parte, los Operadores Mayoristas de ninguna manera estaban -ni están- dispuestos a perder el manejo financiero del dinero de los clientes.