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              Política Aérea Nacional

  Cambios propuestos por el Gobierno de Tierra del Fuego

 DL97

 

  Introducción

La actividad turística: eje de reconversión económica para Tierra del Fuego:

 En Tierra del Fuego se están haciendo denodados esfuerzos públicos, privados y de los sectores del trabajo para poner en valor y liberar todo el potencial de actividades económicas capaces de sustentar a una creciente población

Dentro de estas actividades, el Turismo emerge como una de las que cuenta con un sólido potencial, dato confirmado por los más calificados e inobjetables estudios de mercado.

Tanto el Gobierno de Tierra del Fuego como las fuerzas vivas confían plenamente que el Turismo está en capacidad de contribuir genuinamente con el proceso de reconversión y consolidación económica.

Pero para ello, no solamente es preciso contar con la infraestructura de base que aporta el Gobierno Nacional, el Gobierno Provincial o la inversión privada, sino que es fundamental revisar y actualizar urgentemente la política aérea, para no relativizar o malograr los importantes esfuerzos públicos y privados en relación al desarrollo turístico.

 

Concepción de la Política Aérea Nacional vigente:

En principio es necesario asumir que la política aérea nacional fue concebida y normada hace varias décadas, en circunstancias y contextos muy diferentes, en las que la estructura económica del país dependía de otras variables productivas que ignoraban o subestimaban al Turismo como potente palanca de desarrollo que es.

Hoy es casi imposible ocultar que la actual estructura aerocomercial está lejos de ser la herramienta que necesita, al menos Tierra del Fuego y Patagonia Sur, para permitir desarrollar a la actividad que más ha crecido en el planeta: El TURISMO.

 

Contradicciones entre el Plan Político-Económico Nacional y la Política Aérea:

También es posible afirmar que la política aerocomercial no se condice en absoluto con los aspectos positivos del actual plan económico, ni con su filosofía, ni con las urgencias o requerimientos estratégicos del país, sino más bien con sus aspectos fallidos.

En principio, es necesario enfatizar que el resultado de la actual política aérea, da lugar exactamente a lo contrario de lo que el Gobierno Nacional se esfuerza en  reflejar en todos los foros a su disposición cuando promociona las bases del plan económico.

La seguridad jurídica, la confiabilidad y la previsibilidad de la República Argentina están omnipresentes en la acción y en cada discurso, conferencia o misión comercial de las máximas autoridades nacionales.

Sin embargo, tales condiciones no existen en materia aerocomercial.

 

Las falencias, laxitud y falta de sintonía de la política aérea argentina con los requerimientos de la demanda, sólo aportan al sector turístico una herramienta altamente ineficiente para captar y consolidar un tráfico turístico internacional que es el que ingresa divisas al país o el nacional que distribuye activos económicos.

Vale subrayar que situaciones análogas no son toleradas con otros engranajes de la estructura económica, que están ferreamente controlados y reorientados por el Gobierno Nacional a través de mecanismo técnicos, legales y políticos a fin de disminuir el riesgo país y edificar las bases de credibilidad de una Argentina confiable.

Consecuencias de una política aérea ineficaz:

Esta política aérea desactualizada y de muy dudosa subordinación a los intereses reales del país, dificulta o impide una captación proporcional al mercado potencial detectado en los principales mercados emisores de turismo, en los cuales existe una marcada inercia comercial y una lógica, basados justamente en la previsibilidad y confiabilidad.

En estos mercados, existe un saludable celo legal en la protección de los derechos del consumidor y una cultura marcada a fuego que no admite el incumplimiento de lo pactado o la imprevisibilidad.

Es imposible ocultar que para los operadores turísticos calificados de los principales centros emisores de turismo internacional, la Argentina se está ganando con grandes merecimientos el concepto de país no confiable en materia de política aerocomercial.

Y es preciso tener muy en claro que el principal responsable de esta situación es la República Argentina, que permite tales situaciones.

           

Principales deficiencias y perjuicios a la operación turística:

Los operadores turísticos del mundo son en principio empresarios y como tales se rigen por las mismas reglas que imperan en el mundo comercial, en donde la previsibilidad y confiabilidad constituyen el umbral mínimo en que se sustenta la actividad comercial.

Los empresarios turísticos de nuestros potenciales centros emisores cuentan con un vasto mundo y decenas de alternativas turísticas para ofrecer a sus clientes, sin necesidad de complicarse la vida con países como el nuestro, que no le ofrecen las garantías de cumplimiento que su cliente le exige.

En muchos de nuestros principales mercados potenciales existe un civilizado respeto por los derechos del consumidor y las empresas turísticas que no cumplen con lo pactado quedan expuestas a una legislación muy severa y por lo tanto se cuidan convenientemente de cumplir con las condiciones de programación.

Lo básico y estructural que necesita un operador para animarse a programar y comercializar un producto turístico en una zona de enorme atractivo internacional pero de grandes distancias y escasos medios alternativos como la Patagonia austral, es contar con una programación aérea confiable y previsible.

En la República Argentina, en el mejor de los casos es posible conocer con algo más de un par de meses de anticipación la programación de vuelos reales para las temporadas altas.

El colmo de imprevisibilidad e inseguridad se ha podido apreciar en la temporada 96/97 en que el consorcio que controlaba la línea aérea de bandera y el 85% de tráfico aerocomercial de Tierra del Fuego,  dispuso a fines de noviembre, en lo más álgido de la temporada alta, una drástica reprogramación de vuelos en razón de haber vendido su flota 727 y no haber recibido los equipos de reemplazo.

Durante gran parte de esa temporada ningún pasajero ni operador turístico tuvo certeza hasta muy pocas horas antes de cada vuelo de cómo, ni en que horario, ni con cuantas escalas iba a llegar a destino. Se perdieron conexiones internacionales, nacionales, excursiones, días de alojamiento.

La conjunción de laxitud, permisividad y falta de mecanismos legales del Estado para evitar este y otro tipo de situaciones, no sólo generaron un intolerable caos en toda la estructura receptiva patagónica, sino que dejaron una pésima imagen de organización y seriedad del país frente a varios miles de visitantes extranjeros, que por supuesto, en nada contribuyen a consolidar la actividad turística argentina.

Una política aérea ineficiente y laxa como la que impera en nuestro país desvirtúa todos los esfuerzos de marketing y promoción de la Secretaría de Turismo de la Nación, los esfuerzos e inversiones en infraestructura del Gobierno Nacional y de los Gobiernos Provinciales, así como los titánicos esfuerzos del sector privado, factores que queden absurda e inaceptablemente sometidos a la sola conveniencia o especulación del prestador de servicios aéreos e ignoran los intereses del sistema en su conjunto.

 

Derechos invertidos por la política aérea nacional:

En cualquier país evolucionado, todas las variables económicas son rigurosamente alineadas y puestas al servicio de la prosperidad de sus habitantes y en muchos casos, sin lesionar los principios de mercado, son utilizadas como herramientas estratégicas para el desarrollo de regiones vulnerables como la nuestra.

 

En regiones como la Patagonia austral, absolutamente aerodependiente en materia de transporte de personas y turistas, las rutas aéreas adquieren necesariamente un carácter estratégico.

 

En este orden de ideas, las líneas aéreas que deseen explotar comercialmente estas sensibles rutas, deberían observar determinadas reglas de juego perfectamente compatibles con los principios de mercado, pero respetando parámetros mínimos de exigencia operativa y comercial para transformarse en herramientas útiles a los intereses del país.

 

En materia aérea, en la República Argentina y puntualmente en la Patagonia Austral sucede a la inversa: las inversiones públicas y privadas así como las mejores oportunidades de sus habitantes de prosperar, deben subordinarse irremediablemente a la conveniencia, buena voluntad o dificultades de los eventuales explotadores comerciales de la ruta aérea.

 

Es altamente inconveniente y desaconsejable, tanto para las comunidades perjudicadas como para el propio Estado Nacional, que se mantenga este tipo de derecho invertido.

 

Las oportunidades económicas que se pierden por una política errada, obstaculizan absurda e injustificablemente el acceso a mejores condiciones de autosustentación económica para nuestras comunidades y aumentarán proporcionalmente los reclamos de asistencialismo tanto al Estado Nacional como a los Estados Provinciales, que ven mermadas las posibilidades de usufructuar el potencial turístico que atesoran.

Cabe preguntarse si es coherente como modelo organizacional de un país, que los intereses de una empresa estén por encima de los intereses del propio Estado que permite su actividad empresaria, o de la región que usufructúa comercialmente.

Mucho menos aún si toda una gama de actividades económicas que articulan la actividad turística dependen casi con exclusividad del vínculo aéreo como en el caso de Tierra del Fuego o Patagonia austral.

Así no se construye ni se desarrolla un país.

El Gobierno de Tierra del Fuego ha acompañado aquellas propuestas de cambio que ha creído acertadas por parte del Gobierno Nacional y en este caso se siente con derecho a exigir que tales cambios y la propia filosofía del programa económico se apliquen sin demora al campo aerocomercial.

La política aérea en un país federal

Existe un principio constitucional por el cual, la autoridad de aplicación que detenta el Gobierno Federal emana de las facultades delegadas por los Estados Provinciales.

Bajo este criterio es inaceptable prolongar la existencia de una política aérea obsoleta y desacertada, que condiciona a la autoridad de aplicación nacional a administrar un régimen de explotación de rutas, encontrado, atentatorio o perjudicial a los intereses de los propios Estados Provinciales que delegaron autoridad.

Por ello, el Gobierno de Tierra del Fuego con el acompañamiento de las provincias patagónicas reclama una urgente e impostergable revisión de la política aérea nacional para adaptarla a los tiempos que corren y hacer de ella una verdadera palanca de desarrollo de la región.

 

Propuesta de modificación para la política aérea nacional

 

Modificación sugerida:

 

1.- Declarar rutas estratégicas aquellas que presenten carácter  insular, confinidad, o las que se determinen por razones de Estado.

 

2.- Las líneas aéreas autorizadas a realizar explotación comercial de rutas declaradas estratégicas, deberán observar las siguientes condiciones:

2.a.- Presentar la programación de vuelos para las temporadas altas con un plazo no menor a doce meses.

 

2.a.1.- Dicha programación contendrá un porcentaje (no inferior al 50%) de frecuencias INAMOVIBLES y el restante de frecuencias FLEXIBLES.

 

2.a.1.1.- Frecuencias INAMOVIBLES: como su nombre lo indica, estas frecuencias  no podrán sufrir modificación ni en sus horarios ni en sus escalas, salvo por razones operativas atribuibles a los aeropuertos involucrados. Los cupos o reservas asignados a operadores turísticos nacionales o internacionales no podrán ser reubicados, salvo expresa autorización de dichos operadores o pasajeros.

 

2.a.1.1.2.- Las frecuencias FLEXIBLES podrán sufrir reprogramaciones, cambios de escalas, cambios de horarios, reubicaciones de cupos y reservas o desprogramaciones.

2.a.1.1.3.- En todos los casos, la línea aérea deberá informar fehacientemente a sus pasajeros u operadores turísticos las condiciones previstas en el punto anterior.

 

3.- Frecuencias Inamovibles Eventuales: Pasada la fecha fijada por la autoridad de aplicación para la presentación de programaciones, la demanda insatisfecha de cupos aéreos en el segmento de "frecuencias inamovibles" por parte de los operadores aéreos habilitados, dará lugar a autorizaciones puntuales a cualquier línea aérea de 1º, 2º o 3º nivel, incluyendo la habilitación de la quinta libertad del aire, para cubrir la ruta estratégica de su interés, con carácter y obligaciones de frecuencia inamovible.  

 

Los Gobiernos Provinciales y el Gobierno Nacional implementarán estímulos a aquellas frecuencias INAMOVIBLES que se mantengan en programación a partir de la segunda temporada consecutiva de operación. (ejemplo: descuentos o eximisión de tasas aeronáuticas, etc.)

 

Beneficios esperados de este régimen:

 

EQUIDAD: Este sistema introduce un sano equilibrio entre las partes interesadas.

Por un lado le otorga absoluta prioridad a las líneas aéreas tradicionales para cubrir la demanda efectiva o potencial hacia una región del país.

Una vez que las líneas aéreas tradicionales determinaron sus planes de vuelos, aquello que no queda cubierto con frecuencias inamovibles puede cubrirlo cualquier empresa nacional o internacional.

 

De esta manera la República Argentina, sin lesionar los intereses de la líneas aerocomerciales tradicionales, le reserva a sus zonas turísticas el derecho a contar con la estructura aérea adecuada para consolidar la actividad turística.

 

LO QUE NO PUEDE DARSE MAS EN EL PAIS ES QUE EL DESARROLLO O LA SUPERVIVENCIA DE LOS CENTROS TURISTICOS QUEDEN CAUTIVOS DE LAS FLUCTUACIONES EN LA POLITICA AEROCOMERCIAL DE UNA O DOS EMPRESAS.

 

Beneficios directos para la actividad turística:

1.- Brindar al empresariado turístico una herramienta sólida y segura para comercializar sus productos con la anticipación necesaria en función de la lógica de la demanda.

2.- Garantizar a los mercados emisores la confiabilidad y previsibilidad de la operación aerocomercial del producto Argentina, en un marco de seguridad jurídica.

3.- Afianzar la optimización de medios y recursos de la estructura receptiva (Hoteles-transportes terrestres-marítimos-servicios turísticos-etc.)

4.- Propender a un “ordenamiento del tráfico turístico”

 

Posibles beneficios para las líneas aéreas:

1.- La reserva y consolidación anticipada de cupos aéreos INAMOVIBLES brindará a la línea aérea un amplio margen de maniobra para manejar a su conveniencia la utilización del cupo FLEXIBLE.

2.- Los cupos flexibles podrán adaptarse convenientemente a la demanda local o al tráfico turístico interno, que no exige un amplio margen de anticipación.

 

Comentarios: Esta propuesta fue hecha pública en el Seminario Internacional del Calafate en Abril de 1997. Fue reiterado en el Seminario Internacional de Puerto Madryn en 1998. Fue girado a organizaciones intermedias ligadas al Turismo, al Consejo Federal de Turismo, al Ente Patagonia Turística y a la Secretaría de Turismo de la Nación.

 

 

B.- Política de “Cielos Abiertos para Tierra del Fuego”:

 

En 1994 el Gobierno Provincial fundamentó detalladamente al Gobierno Nacional la conveniencia comercial, geopolítica y estratégica de otorgar a Tierra del Fuego un régimen de “cielos abiertos” con el propósito de afianzar económicamente a la provincia a través del Turismo y consolidar su futura gravitación como eje de convergencia entre oriente, occidente y Antártida a partir de vuelos transpolares, interoceánicos en combinación con el tráfico marítimo, así como nexo bioceánico austral.

 

Estas gestiones tuvieron una inmediata y entusiasta receptividad por parte de la Secretaría de Turismo de la Nación, quien en forma expeditiva envió a la Cámara Legislativa un Proyecto de Ley de “cielos abiertos” y de parte del propio Presidente de la Nación, Dr. Carlos Saul Menem, quien en sus visitas a Tierra del Fuego prometió públicamente dicho régimen desde la ciudades de Río Grande a fines de 1994 y en Ushuaia, en oportunidad de la inauguración de la pista en 1995.

 

Esta iniciativa sufrió lógicas complicaciones y demoras por distintas causas, entendibles en la medida de los fuertes intereses que podría afectar.

 

Volviendo al mismo planteo de adaptar la política aérea nacional a la conveniencia del país y no de intereses particulares, se solicita el urgente tratamiento del Proyecto de Ley presentado por el Sr. Secretario de Turismo de la Nación, Dn. Francisco Mayorga, elevado al Sr. Ministro de Economía de la Nación Dr. Domingo F. Cavallo el día 31 de Octubre de 1994, el cual cuenta con dictamen jurídico favorable de la Dirección General de Legislación y Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Turismo de la Nación, obrante en Expdte. 1290/94.

 

D.L. Feb 97   

 

 

Nota: Respaldo calificado: Los máximos expertos en Derecho Aeronáutico de Ibero América, han respaldado expresamente estas iniciativas a través de las Conclusiones de las XXII Jornadas Latino Americanas de Derecho Aeronáutico y Espacial, celebradas en Ushuaia en Abril de este 1998.

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